Colegio Salesianos Los Boscos

domingo, 12 de abril de 2015

Valor del mes: Sinceridad


Según la Real Academia de la Lengua,  sinceridad significa expresarse con sencillez y veracidad, sin fingimientos, dejando de lado la hipocresía y la simulación.

La sinceridad es uno de los valores más importantes y más loables de una persona ya que se basa en ser y actuar tal como uno es, siente o piensa, de manera honesta y dejando de lado todo tipo de fingimientos o hipocresías.

Tristemente la sinceridad se atribuye sólo  a los niños y a los locos, debido a que por su condición no están tan atados a las pautas de comportamiento social (que a veces pueden hacernos actuar de manera diferente a como pensamos) y por lo tanto no tienen miedo de decir lo que realmente piensan.


Aprender a decir la verdad es la base para adquirir otros valores tan importantes en la vida como la confianza, la bondad, la generosidad, la amabilidad, la responsabilidad, la justicia o la amistad. No obstante muy a menudo surgen problemas relacionados con la sinceridad de los niños/as y es importante saber las causas por las que no siempre dicen la verdad:
  • Pueden tener dificultad para distinguir entre lo que es fantasía y lo que es real En estos casos no existe intención de mentir, sólo una incapacidad para discernir entre imaginación y realidad.
  • Conseguir algo que le interesa mediante la manipulación de la verdad.
  • Un nivel bajo de autoestima y confianza en uno mismo puede llevar al niño a mentir y así afrontar una realidad que le disgusta o inventar situaciones donde sea el héroe.
  • Obtener la atención de aquellos que le rodean.
  • Evitar un castigo o una reprimenda por alguna falta cometida.
  • Defenderse cuando se siente amenazado.
  • Imitar el comportamiento de personas que son importantes para él.

Los estímulos y el ejemplo de los padres y adultos que rodean al niño/a son fundamentales para conseguir fomentar el valor de la sinceridad. Algunas pautas pueden ayudar a conseguirlo:
  • Estar atentos a los momentos en que el niño dice la verdad y alabar su comportamiento.
  • Averiguar qué razones le impulsan a mentir e intentar corregirlas.
  • Crear un clima afectivo de confianza, donde el niño no tenga miedo a ser rechazado o reprendido por no cumplir las expectativas.
  • No hacer juicios de valor como llamarle mentiroso, mucho menos delante de otras personas.
  • No presionarle en exceso ante una falta.
  • Ser un ejemplo a imitar, las pequeñas mentiras del día a día de los adultos son observadas por los niños y posteriormente imitadas.

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