Colegio Salesianos Los Boscos

martes, 18 de diciembre de 2012

Virgen de la Esperanza Patrona de Logroño

Hoy también hemos celebrado el día de la Virgen de la Esperanza, Patrona de Logroño.

La tarde del día de la patrona y alcaldesa mayor de la ciudad terminó musical. Y aunque los hubo que pudieron disfrutar de la voz de Ainoha Arteta en el Bretón, del órgano de Luis Elizalde en la concatedral de La Redonda o del folclore de Aires de La Rioja en el auditorio municipal, la jornada de celebración transcurrió de forma discreta.

La ciudad vivía como un día más cuando, de la Iglesia de Santiago, salía la imagen de La Esperanza en procesión, secundada por unos cientos de incondicionales. Es más, casi hubieron de apurar el paso porque, a la hora de poner el pie en la calle tras la celebración religiosa, se escapaban unas primeras gotas.
Pero esta marcha, ya a las dos de la tarde, se llevó a cabo con tranquilidad, tras una anterior, la que llevó a la Corporación a la iglesia, seguida por un grupo de manifestantes que no cesó en sus cánticos.
Durante la misa, para la que se llenó la iglesia de Santiago, y que estuvo presidida por el obispo, Juan José Omella, la alcaldesa, Cuca Gamarra, pidió «amparo» para «aquellos que no tienen empleo y que viven en la desesperación de no encontrarlo y para quienes han perdido su hogar».
«Que tu manto protectos acoja a los más desfavorecidos y los más débiles, pero que también haga más fuertes a aquellos que con sus esfuerzos están destinados a ir a la cabeza del camino», indicó también.
Y no faltó: «Ilumina a los responsables económicos y sociales para que sirvan con generosidad al interés general y favorezcan siempre la cohesión social en Logroño y el entendimiento entre los logroñeses».
Tras ella, tomó la palabra el obispo y se fijó en que concluía la celebración del cuarto centenario de la Cofradía de La Esperanza, festejado con muchos actos a lo largo del año, pero, sobre todo, «deseando que la devoción no se pierda», apuntó. Y no se olvidó de insistir en que estos días ha pedido a todos, incluido él mismo, «que sepamos compartir» y se dedique una parte de los ingresos, que puede ser el 10 por ciento del salario o la paga extra, al fondo de solidaridad de Caritas. «Me he animado porque conozco bien vuestra capacidad de acercaros a los que sufren», aseveró, para situar el origen de las dificultades actuales a una «gran crisis de ética y de valores».


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