Estamos en Navidad y para los niños significa que llegan los Reyes Magos cargados de regalos y juguetes para ellos.
Ya tienen sus cartas escritas y las tenemos guardadas en clase para que cuande llegue el Cartero Real podamos entregáselas y éste a su vez, haga lo mismo con sus Majestades de Oriente.
Pero ese no es el verdadero sentido de la Navidad. En estas fechas tenemos que acordarnos de todas aquellas personas que no son tan afortunadas como nosotros y carecen de muchas cosas que nosotros tenemos y que a veces, no sabemos valorar.
Por eso, hemos decidido escribir otra carta, una carta especial. En ella no hemos pedido nada para nosotros, hemos pedido para los demás. Queremos que todos esos deseos que hemos escrito, se hagan realidad y algún día, no muy lejano, todos podamos verlo.
Un mundo sin guerras, donde haya paz, donde todo el mundo sea feliz, se quieran, compartan y se tengan respeto, un mundo en el que todos tienen familia que les quiera y cuide, amigos con los que compartir momentos felices, los enfermos tengan medicinas y se curen, donde todos los niños del mundo puedan ir a la escuela y reciban una educación adecuada, donde no falte comida, ni agua, ni juguetes para ningún niño, un mundo de amor, paz y felicidad.
Todas estos deseos son los que nuestros peques han dicho en voz alta en la asamblea y después lo han escrito con mucho cariño y convencidos que se pueden hacer realidad. Deseos que entre todos podemos llevar a cabo, si todos ponemos de nuestra parte.
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