Hoy en día, la solidaridad escasea ya que vivimos en un mundo individualista y a pocos les interesa el bien común.
En el telediario, periódico, Internet se publican artículos sobre gestos solidarios, que de vez en cuando, realizan personas que quieren ayudar a los demás y estos medios publican como pequeños rayos de esperanza.
Pero no todo el mundo es así. Día a día, mucha gente en el mundo ayuda a muchas personas y son gestos muy importantes que nadie conoce porque no se publican, pero que ahí están.
Un pequeño gesto puede cambiar el mundo. No de un día para otro, pero como dice el refrán: "Un grano no hace un granero, pero ayuda al compañero".
En nuestras manos está el educar a los más pequeños en este valor tan importante como es el de la Solidaridad.
Y ¿Cómo lo podemos hacer? Lo mejor es predicar con el ejemplo. Los más pequeños tiene como referentes a los adultos. Si nosotros ayudamos, nos preocupamos por los demás, somos solidarios, tenemos empatía hacia el resto de personas, los niños tomarán nota y ellos lo aprenderán.
El valor de la solidaridad nos impulsa a hacer el bien por alguien sin recibir nada a cambio, es preocuparnos por los problemas de los demás, ayudarlos y sentirnos llenos de alegría por haber realizado una buena acción por nuestros semejantes.
Realiza junto con tus pequeños actividades que fomenten la solidaridad, como las donaciones, caridad, o ayuda a familiares que necesiten de tu apoyo. Recuerda que los valores que tu hijo aprende durante su niñez, jamás los olvidará durante su vida adulta.
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