Ana y Yasmina son profesoras de los colegios Salesianos de Logroño y quisieron dar su tiempo libre del verano a colaborar en la labor que realizan los salesianos con los niños de la calle.
Compartir con ellos los momentos de abandono de la familia, soledad; que, vagan por los mercados para sobrevivir. Instalar una barraca junto a los mercados para poder tener el primer encuentro, tal vez poder ver un poco de horizonte: acercarse a ellos, ganar su confianza. Pero, llega la noche y deben abandonar la barraca. Imaginaos la noche para esos chicos abandonados.
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Estoy segurisima, que mientras ellas han estado allí, los niños se habrán sentido muy muy arropados. Buen trabajo chicas
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